día para ver

día para ver
24 horas, y observando...

viernes, 17 de febrero de 2012

Yo sólo quiero dormir

Tarde tiempo, lo sé. Simplemente no han días son para escribir, no es escusa, es lamento.

Hace un par de semanas una persona decía que es justo en la edad en que me encuentro donde se debe de lograr la plena madurez, y lo decía porque él no ser admitido en una universidad te hace cambiar de forma tan radical que terminas con una perspectiva diferente sobre el rumbo de tu vida. Empiezo  a creer que es verdad.
La preparatoria está a punto de terminar, y bueno, las cosas no han sido tan favorecedoras hasta el momento; el emplear y repartir el tiempo en tareas, trabajos y estudiar para mi examen de ingreso, no ha sido tan fácil. Sólo espero que este gran capitulo termine muy bien. 
Si, la preparatoria se me fue entre las manos como aire al respirar. Recordando tiempos anteriores descubro que el realidad  no ha sucedido mucho. Los semestres tienen cara de cuatrimestre, los compañeros ignoran y  yo, él que no dialoga. 
Después de tener Fotografía como taller, estos dos últimos talleres han sido buenos. Quizás porque regresaré a mi cámara para el proyecto final, y también porque solo estoy sentado, sin hacer mucho, soy un perezoso, lo admito. Taller, lo único verdaderamente genial se este mi ultimo semestre preparatoriano.
¿Y que sí tener diecisiete me ha servido de mucho? La respuesta seria no, y más aun sí cada día que pasa, pareciera que envejezco con tal rapidez que en poco  tiempo pareceré un anciano. Maldita melancolía de crecer. En poco tiempo seré un adulto, ¿miedo? por supuesto que si.
Aun no encuentro a mi chica ideal, y yo envejezco rápido.

DPV
Eduardo A.

domingo, 5 de febrero de 2012

Difícil de a capar

Buenos días fin de preparatoria, que hoy el tiempo pase tan lento como sea posible...

Yo no soy un buen descriptor cuando hablar acerca de tiempo sea la constante. Existen ocasiones que tengo la idea sobre que escribir, al final, cuando estoy frente al monitor pareciera que todo se ha borrado. En muchas ocasiones es tan espontáneo como la vida misma.
Ahora que me encuentro desde este ángulo, es decir mi ultimo semestre en la preparatoria puedo estar plenamente convencido sobre lo mucho o poco que he podido lograr, aun cuando los días se han escapado como viento entre los arboles. Yo no soy la voz de nadie, quizás ese sea el gran misterio de la vida, el temor a morir y no ser recordado por nadie. El escapar del mundo cotidiano y mezclar una híbrida mutación de sucesos que simulen todo lo contrario.
Está semana ha sido prácticamente el inicio de mi ultima fase escolar, conocer a tus últimos profesores en las ultimas materias que son en verdad ya muy pocas y bueno, platicar con viejos conocidos por algo ya considerable, compañeros de grupo que has tratado y que seguro recordaras por el resto de tu vida. Sería muy satisfactorio el concluir esta etapa de una manera muy agradable; de aquellas veces que te sientes tan bien que pareciera que nada más importa. Sin embargo existen otros factores por los que ocuparme, el estudiar a morir para ingresar a  la universidad que he querido, comprender temas de semestres pasados y muchas buenas vibras es lo que necesito.
No pretendo una caravana este semestre, sólo acreditar mi examen y recordar a mis pocos grandes amigos.

Eduardo A.
DPV