Inmortalidad a través de acordes en un adolescente llamado Eduardo, cuando la música es música

Mi mente ama la música, tener aquellos acordes que hacen mover de un lado para otro el pie es increíble; no soy muy conocedor de la música contemporánea ni mucho menos vivo de ella, soy solo un admirante y espectador del sonido. Enlistar aquellas canciones que me gustan por sus letras, sonido, etc, ya que cada una de ellas tienen un poco de mi, o más bien yo soy producto de ellas... Son canciones grandiosas que directa o indirectamente describen mi vida. Acordes que me han acompañado a lo largo de mis dieciséis años de vida, esperando encontrar en los próximos tiempos, el doble de canciones que hasta el momento, he podido nombrar. Canciones que llenan mi estar, porque la música es el mayor invento humano, canciones que vendrán, sentimientos por encontrar.

-No existe algún orden en especifico, fue solo en listado de acuerdo a la capacidad de enumerar dichas canciones como solía ir recordando

Conveniente: Sí queréis conocer un poco el pensar de este servidor, escuchar por lo menos veinte temas aquí citados     :)

I Don't want to see you - Camera Obscura
Ya no te espero - Los Prehistóricos
Sea of love - Cat Power
Diamond sea - Sonic Youth
Al lado del camino - Fito Paéz
Tiempo al viento - Natalia Lafourcade
Inteligencia dormida - Pedro Piedra
Mientras las hojas caen - Austin TV
On the radio - Regina Spektor
Me voy de la ciudad - El Mejor de los Babuinos
Cosas infinitas - Bengala
Maravillas - Suave As Hell
Boat behind - Kings Of Convenience
Siempre sí - La Banderville
Love will tear us apart- Joy Division
Cobarde - Enjambre
The rip - Portishead
Ready to start - Arcade Fire
Los adolescentes - Denver
Suciedad - Carla Morrison
Marzo - Royal Folks
Se fue el dolor - Chetes
Un año quebrado - Hello Seahorse
Y volveré - Los Ángeles Negros
Forever lost - Magic Numbers
Turn into - Yeah Yeah Yeahs
Control - Siddhartha
Quiereme mucho - Ely Guerra
Young folks - Peter Bjorn & John
Humano - Le Barón
No se como te atreves - Los Planetas
Las propiedades del cobre - Quiero Club
Death - White Lies
Crimen - Gustavo Cerati
El mundo no es real - Hypnomango
Quiero ver - Café Tacvba
French navy - Camera Obscura
Nada es igual - Los Bunkers
Se va - Dld
Lindsey wells - Franz Ferdinand
Yellow ledbetter - Pearl Jam
Casa vacía - Hello Seahorse
Vida - Sussie 4
Espalda de bronce - Enjambre
Toro - El Columpio Asesino
Viviré para ti - Los amigos Invisibles
Showtime - Quiero Club
I feel good - James Brown
Waiting for your love - Los Pericos
Canción protesta - Aterciopelados
Algo personal - Cadena Perpetua
5 mintos - Niña
Lucrecia y riboberto - Ely Guerra
Shine on - The Kooks
Will do - TV On The Radio
Flourescent adolescent - Artic Monkeys
Luces sensacional - Los Latigos
Olimpic airways - Foals
Beautiful song- Cansei de Sey Sexy
Machu picchu - The Strokes
What goes on - Velvet Underground
Algún día - Julieta Venegas
You don't know what love is - White Stripes
Bye bye baby - Janis Joplin
Don't let him waste your time - Jarvis Cocker
Vasos vacíos - Los fabulosos
Run run se fué pa'l norte - Violeta Parra
In the sun - She & Him
Lo sabes tú - Los Romanticos de Zacatecas
Suerte - Jovenes y sexys
Magic spells - Crystal Castles
Islans - XX

El transporte escolar

Solía levantarme muy temprano desde hace ya, año y cuatro meses. La rutina era  por lo regular la misma, salir de mi casa a las 6:30 a.m. caminar en dirección hacia la próxima avenida, si no mal recuerdo, cinco cuadras hacia el norte, para tomar el taxi, dos pueblos siguientes, y llegar a la preparatoria. Un tiempo record para alguien que no sabe caminar muy rápido, sobre todo sí tienes que andar con una mochila tamaño humano, tres libros, una carpeta con más o menos 150 hojas (sí que era grande), mi bote de agua, y aveces un sándwich, y por supuesto mi reproductor de música, en fin,  fueron dos semestres completitos así. Era  un trayecto muy rápido, en comparación al que prosiguió. Cuando un día sin esperarlo, en el momento de llegar a la recepción de la escuela donde me inscribía, observe una hoja pegada junto a la oficina, no entendí muy bien, pero no me quedo duda de lo que estaba escrito con letras mayores, ''tendremos transporte escolar'', en efecto, era verdad. La escuela adquirió un camión para llevar a los alumnos a la escuela, la directora  había anunciado previamente,en junta  la cual ni siquiera supe que se había hecho, creí que seria una ruta más cercana a la que yo vivía. Afortunada mente su ruta era la misma que la mía, debo de admitir que me pareció una genial idea ya que jamas había asistido a una escuela que tuviera uno. No fue precisamente lo que esperaba, en realidad no tenia mayor comodidad ni era de aquellos actuales, de los que puedes incluso dormir dentro de ellos, sin embargo su función principal era la que importaba, llevarnos a la escuela en punto que comenzaran las clases.
Llego aquel Agosto, y con él el inicio del nuevo semestre, una mañana fresca, no recuerdo muy bien la hora, espere muy poco a que llegara el camión, subí a él, escogí un asiento sin pensarlo y me senté, era un recorrido gracioso, ya que también subía el profesor de ingles, aquel tipo bonachón, del que coincidía la primera clase que tenia. Un camino igual al que realizaba el Taxi, sólo que, mucho más lento (por aquello de las leyes acerca de los buses escolares, de ir a una velocidad estilo bicicleta),  por fortuna, aun que el chofer nunca aprendió a manejar bien, los topes eran un gran martirio, rebotar al grado de salir del asiento, eso si era algo grave. Días sin gloria en lo que respecta a mi espalda.
Sino mal recuerdo, fueron dos semanas observatorias, graciosas, rápidas, hasta que un día, pensando cual era ya mi nueva rutina, ahí estaba ella, sentada, teniendo la vista hacia la ventana, claro, sin siquiera saber de mi trasbordaje hacia el camión. Era linda, sonriente pues su amiga también tomaba el camión, por lo que era imposible intentar hablar con ella. Llegue a verla dentro de la escuela un par de ocasiones. Supe que tuvo novio, pero no duro mucho su relación, yo seguía tomando el camión todas las mañanas, intentando por lo menos robarle una mirada. Me gustaba imaginar que tal vez ella podía interesarse en mi, como yo lo estaba de ella, me gustaba creer que por lo menos me había visto, que supiera mi nombre, etc. Nunca fue así, por lo menos eso fue lo ultimo que quise saber, quizás no me gustaba, quizás ella solo era un pensamiento desesperado por encontrar a la chica ideal para mi, cada que subía al camión meditaba por lo regular todo el camino, pensando tal vez si podría hacerme caso. Ella era muy diferente a mi, era de aquellas chicas que son lindas y se sienten lindas, en fin, muy en el fondo de mi ser, tenia la vaga idea de algún día poder acercarme le y decirle -¡Hola!- . Estoy seguro que a ella nunca le hubiese gustado salir con un chico nerd...
De cualquier manera, siguió siendo un tiempo muy disfrutable, pude lograr ver esos detalles, que no pude ver tiempos atrás. Me gustaba pasar por ese lugar lleno de arboles y construcciones rusticas,  sembradios de maíz, y también en temporadas de otoño, donde todo suele ser tan café y amarillo. Ver salir el sol, cuando era el horario de verano, y esas mañanas casi rosas dibujando lineas discontinuas por el que las aves en parvadas solían viajar.
Mi manera de ver cambio, una vez que te acostumbrabas al camión, aprendías a callar y a realizar tareas olvidadas, cada que se requería, estudiar en etapas de examenes y porque no, hasta disfrutar de la buena música que adquiría la tarde anterior, que llenaba mi mente siempre antes de las clases. Escuchar voces de desconocidos, nunca fué agradable. Aprendí a vivir todas las mañanas dentro del transporte, aquel ultimo lugar que tenia como escondite la esquina, fue mi fiel guarida.
El momento de decir adiós se acerco lentamente, intentando degradar mi ser con dicho periodo. Un lugar como aquel nunca se pudo olvidar...

Los días elevan la realidad

No suelo pensar mucho en el futuro, tampoco quiero conocerlo, son sensaciones que últimamente rondan por mi cabeza en forma de avestruces. El elegir un camino, nunca ha sido tarea fácil para mí, aun cuando esta llegue a beneficiarme, debo de tener la determinación de tomar las riendas de una vez, y decidir que quiero para mí, sé que tendré que hacerlo en un futuro no muy lejano, solo que siento el temor de no elegir lo indicado, (hoy no tengo ganas de elegir) quiero creer que hay un camino más haya, del que he vislumbrado en algún momento. La gente quiere correr cuando yo aprendo a caminar, los compañeros de clase piensan de una manera tan extraña, que he llegado a creer que ellos son los normales, y no yo. Aun busco a esa persona especial, aun busco mi vocación,  solo espero que en el momento en que tenga elegido, éste plenamente convencido con mi elección, no quiero errar lo suficiente, para desistir de mis objetivos.

Hace mucho creí estar convencido de haber conocido a la chica de mis sueños, su ideología cambio, y ahora (aunque sea libre) ella también cambio, el tiempo nos cambió, los días chocaron con nuestros rostros y estos no resistieron el impacto, hemos crecido, y pareciera que aun somos los pequeños jóvenes que ingresaron a la preparatoria, sin embargo el tiempo cobro venganza, el espacio se encargó de llevarla a otros rumbos, rumbos que no pienso pisar, ideologías crédulas y temerosas que invadieron su ser. No volveré a escribir de ella (...) la ame, pero fue la vida culpable de la lejanía.

El tiempo es líquido que se escapa, hierba que tiene sólo dos opciones, ser cortada o secarse de forma natural, hasta que no quede rastro de su existencia. Debo de aprender a tomar buenas decisiones, acompáñame hasta el fin, me gustaría decir (yo no sé de amor).

Se acerca el momento de elegir mi profesión, es tan solipsista, pero el camino es solo mío, el criterio no se encuentra en un examen con costo por parte de la universidad a la que se encuentra incorporada mi institución. Es una respuesta que aún no logro escuchar, quiero hacerlo pero no puedo.

Sal de provincia, corre a la ciudad, admira el capitalismo, enorgullécenos, acredita tu examen de admisión, lo intento, yo sé que lo lograré.

Abro el caminar por el que transitare. El tiempo no es para mí.

Los días no deberían tener 24 horas...