Las vacaciones son otro mundo, al menos como las que he tenido, puedes confundirte entre tu cuarto y el jardín para construir un momento digno de recordar una vez que regresas a una vida un poco más agitada. A veces me gusta inventar posibles historias sobre lo que será una vez que terminen los tiempos de recesos entre semestre y semestre, muchos de ellos son tan inverosímiles que, si bien serian geniales realidades, las tomo por tontas. Hacer conjeturas antes de que sucedan, es de mis pasatiempos más frecuentes, que al hacerlo tengo la idea que jamás podrán suceder, ya que lo imagine de tal manera, que nunca lo será. Complicado y poco entendible, si no se analiza.
En cuanto a lo material, lo tangible lo visible, lo ''real'' hay ya noticias por contar; puede decirse que ya estoy inscrito para mi penúltimo semestre de preparatoria, momento ideal para elegir mi temeroso futuro empezando por supuesto por las materias optativas, de esas materias que seguramente serán de ayuda para lo que me vaya dedicar (eso espero), y también taller era necesario elegir, ya que después de mi tan penosa estancia en mi taller anterior, creí conveniente escapar de aquel lugar, lo sorprendente es que pude estar por un año, una asignatura que en si no cuenta con validez académica, pero por órdenes de la escuela es necesario tomarla.
Quizás sea necesario cambiar la formula, pues la aplicada no dio muchos frutos, esto es nuevo y retos por vencer.
La música que he tenido la oportunidad de tener ha sido fantástica, espero poder escribir sobre ello antes de que terminen estos catorce días que aún quedan para terminar lo que llamo proceso vacacional.
Recargando ánimos para un nuevo semestre.
(la batería un no llega a la mitad...)
Logrando la existencia de la máquina de movimiento perpetuo