día para ver

día para ver
24 horas, y observando...

domingo, 28 de agosto de 2011

Dos días en tres horas

Ahora bien, esta semana fue básicamente la semana de la creatividad, digamos pues que, en la preparatoria en la que estudio necesita un periódico semanal, y he estado apunto de ir con el director y plantearle mi idea, pero con eso que tendría que perder algo de tiempo y formar un equipo de ayuda, sí seria todo un relajo. Y  quien sabe, quizás la escuela no esta preparada para leer verdaderamente cosas interesantes, y no se si el director se prestaría para tal descabelles.
En fin, como dice mi hermano el menor, olvida, en ocasiones tu instinto emprendedor,- tal vez tenga razón.

Yo quería para esta ocasión mostrar la fiesta de mi pueblo, pero maldita tarea, no pude salir de mi casa por aquellos días, y hacer un bonito post, es que, en realidad es un día muy colorido por estos estos rumbos, eso de mostrar las tradiciones quizás sea lo mio. Será para el próximo año...

Casi lo olvidaba, hace no muchas horas pude ir al concierto de una de mis bandas favoritas, son de la capital, son la Banderville. Nunca los había visto en vivo, su música es genial, y su último disco se ha convertido en uno de mis favoritos, verlos en vivo inspira demasiado, y muchas de sus canciones me han dado muy buenos recuerdos, y aunque el día era muy nublado, crearon una atmósfera como sí estuviera ocurriendo lo contrario. No pude evitar cantar superpasto, y de verdad que lamente mucho no haber podido llevar mi cámara, fue un gran día, sin duda.
Como es costumbre mi hermana me acompaño, y creo que los dos disfrutamos mucho el concierto, con ansias gigantes de tener su nuevo disco. Lo repito, es una de mis bandas favoritas.
Por el momento continuare con mi tarea, pues creo que ya me tarde un poco por aqui.



No es por el tiempo, no es el espacio, es lo relativo, es lo absoluto, es sólo un minuto de contemplación y lo haces minúsculo...


domingo, 14 de agosto de 2011

El viento dice la verdad, en ocaciones

Es curioso saber que hace ya, más de diez días que escribí por estos rumbos por ultima vez. Y es que no fue precisamente por falta de tiempo, ni mucho menos por falta de ganas, me gustaría explicar todas mis ideas, pero precisamente hoy es cuando me encuentro haciendo tarea de formación ciudadana; si, si, una materia no muy bien recibida para mi. Ahora bien, las cosas no han transitado como aveces uno desea, no darse un respiro es cuestión de  disposición, y no como aveces se suele mencionar, una obligación. Quizás eso sea lo que necesito, un respiro.
El ultimo año de preparatoria ha comenzado, y la incertidumbre por un cupo universitario, es cada vez mayor, aun más sí tienes a parte de de tus profesores, que, indirectamente te incitan a prepararte para dicho proceso. Es de principiantes (a estas instancias del momento) buscar la ecuación necesaria para entender ese tú. No es el caer en un cliché de identidad, o algo por el estilo, hablamos de esa esencia que se forma con el pasar de los días.
Ahora son 7:33 pm, y sé que debería continuar con mi trabajo escolar, hay tiempo dice la computadora (una vez que sacie mi efecto de escribir, continuaré).
No quiero que esta entrada parezca improvisada y poco nítida, es simplemente el gusto de escribir.
Sí no mal recuerdo, a estas instancias yo ya debería de haber aprendido a a manejar, mi padre aun no entiende eso.  Creces y el tiempo pasa tan rápido, que vas dejando circunstancias inconclusas, y es cuándo recurres a la mala memoria, e incluso a la melancolía de regresar esos tiempos menos rápidos, lo digo también por que hace mucho que deje de utilizar mi cámara para aquello que me gusta tanto  hacer, plazmar un buen día para ver.
En cuestiones del amor sigo pensando sí es que yo nací para ello, espero que sí.
Es tarde ahora, y es necesario continuar con mis deberes de escuela.
El día de hoy amaneció con un brillante sol y sin una sola nube, ahora, por el efecto de evaporación, las nubes parecen que llegaron a su punto máximo de condenzación, sé que en cualquier momento comenzará a llover.



martes, 2 de agosto de 2011

Mañana, es día para ver

Hoy ha sido uno de aquellos días que parece que están conformados por cuarenta y ocho horas, de aquellos que funcionan para cualquier actividad que pienses realizar durante una mañana soleada, tirado en la cama. Bien puede oírse predisposición, no  lo es así, sobre todo cuando has pasado dos meses enteros descubriendo, o al menos intentarlo, un poquito cada día mas sobre ti mismo. Justo en el momento en que encuentras otra pieza del rompe cabezas, es cuando recibes la  llamada para regresar a la escuela; sí, así es, en menos de doce horas me encontrare en un nuevo proceso, un nuevo semestre, uno mas...
Son tantas las ideas que me gustaría plasmar, sin embargo aun no encuentro las palabras para poder escribir absolutamente todo lo que hoy siento, todas las grandes cosas que pude encontrar. La música, la fotografía, mi familia, mi ser...
Logre encontrarle el amor a mi entorno, a aquel jardín que con tanto celo mi mamá disfruta cuidarlo, al cielo que inundo todas las mañanas (algunas con nubes densas y grises, ideales para un buen café caliente), a la voz de mis hermanos, que sí mal no recuerdo, fue el mayor sonido que tuve en mis oídos en este periodo, al volver armar una nueva carpeta para los apuntes del ciclo por venir, en fin, me siento re' feliz el día de hoy porque puedo hoy decir que estoy en el proceso de encontrarme. Yo sé que que en los próximos meses encontraré mi vocación, mi futura profesión. Espero encontrar a la chica por la que hoy sonrío sin siquiera conocerla, por quien conocer el amor.
Sí pudiera repetir los dos últimos meses, serian tal y como lo fueron, con todo, incluyendo aquella terrible gripe que no me dio descanso aproximada mente dos semanas, o el cumpleaños de mi primo el mas pequeño, y  aquel improvisado karaoke imitando voces extrañas.
Antes solía no gustarme que los años fueran sumando a mi vida, hoy he comprendido que los días como estos, hacen madurar, hacen que seas cada día un poco mas tú, un poco lo que siempre quisimos lograr,  porque creímos en la nada y nada fuimos. 


 Mi nombre es Eduardo, tengo dieciséis años, me gusta el folk, la fotografía, las bicicletas, las matemáticas y también estar  en un buen día para ver...