día para ver

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24 horas, y observando...

domingo, 26 de junio de 2011

El efecto mandarina

Me gusta cuando hay preguntas en el cielo, tienes la cabeza recostada en el pasto y entonces vislumbras el secreto de verano. Viajar en  metro ayuda a descubrirlo, pero no encontrarlo.
Ha comenzado a llover, y con sigo las ideas han vuelto en sí, sólo cuando no te dispones a diversas tareas y ubicas tu tiempo en situaciones poco afortunadas.
El fin de un ciclo y el comienzo de otro trae consigo espectativas inmensas, muchas de ellas favorables, otras incrédulas, lo único que es verdad, es el espacio que suelo dedicarle a ello. El miedo por encontrar semejante realidad, pero nada como la idealizada, sentimiento de decepción fabricada.
Atiendo la llamada de la escuela, aun y cuando ha terminado el semestre, dejando aun menor la distancia entre uno y otro lapso.
Sólo deseo la realidad de dos ideas: acreditar mi examen universitario y poder encontrar a mi chica ideal...

(un poco de más vivencias y menos del mundo mental, como dice una vieja conocida)
Efecto mandarina

jueves, 16 de junio de 2011

Hoy me desperte con ganas de reir

Por fin estoy en casa, el semestre ha terminado y logré muchas cosas. A decir verdad el tiempo se me fue volando, entre tantos trabajos y el proyecto  que algo de trabajo costo, las ideas volantes hicieron que se me pasara entre los dedos los minutos. Me han entregado el resultado de mi examen vocacional (ya tenia cierta noción, solo quería corroborar) un bonito historial dijo la psicóloga, la balanza se inclino hacia química, quizás sea verdad, lo cierto es que en estas vacaciones necesito tiempo para pensarlo.
Llegar al ultimo año de preparatoria me tiene poco preocupado,mi hermanda dice que lo mejor esta por venir. Sigo sintiéndome casi el mismo de hace dos años.
Mañana iré a la capital, en busca de encontrar un boleto para un festival musical, que llevo tiempo esperando. Bajaré en metro Velódromo, y caminaré algunos cuantos pasos. He memorizado mi recorrido, y no por voluntad propia, ya que mi padre hizo que me lo aprendiera, por los problemas de inseguridad que ultima mente se ven por aquellos rumbos.
Creo que no lo había comentado, es genial caminar desde tu casa hasta la escuela por las mañanas, aun y cuando el recorrido sea un poco largo, ver salir el sol de la tierra, tener contacto con el entorno, es fantástico. Una hora con cuatro minutos fue el tiempo que camine sin parar hasta llegar a la escuela. No existía preocupación por el tiempo, ya que fui solo por revisión de las ultimas dos calificaciones que faltaban, coincidencia extraña ya que obtuve la misma calificación en las dos materias, que promediadas daban el mismo numero.
Y como dice un viejo conocido, ya mañana será otro día para pensar sobre mi futuro (no muy lejano), quizás tenga ya el boleto, y me preocupe  por escribir acerca de ello.
Ya estoy de vacaciones, y cien actividades por descubrir...

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viernes, 3 de junio de 2011

No hay mucho para dar, no hay mucho por decir

Quizás fue la monotonía, nose si tuvo que ver nuestra soberbia, solo espero un periodo de nuevo, a solo ocho días de terminar mi semestre...
Los cambios no son lo mio, no es miedo, es que suelo alucinarme, que la sensatez desilusión llega en cualquier punto de tiempo, yo no entiendo muchas cosas.
 Hay temor en aire, hay temor en el tiempo.
Aquel árbol frutal, en un día de cielo de invierno, regresemos a invierno, el verano no tiene cosas buenas por dar...